Comisiones Obreras del País Valenciano | 19 abril 2024.

CCOO en el Ayuntamiento de Elche denuncia que 150 profesionales de Servicios Sociales no han sido vacunados

    Como personal esencial sociosanitario se les tendría que haber vacunado entre los meses de febrero y marzo. La sección sindical de CCOO en el Consistorio lamenta que la Conselleria de Sanidad se ha olvidado de este colectivo.

    26/05/2021.
    Vacunación.

    Vacunación.

    Mientras asistimos atónitos y atónitas estos últimos días al nuevo cóctel de vacunas que las autoridades sanitarias están preparando para los menores de 60 años, profesorado y fuerzas y cuerpos de seguridad, con primeras dosis de una vacuna y segundas dosis de otra diferente, y entretenida nuestra clase política en la constante disparidad de criterios, nadie se acuerda del personal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Elche. Y llueve sobre mojado una vez más.

    Estamos hablando de personal catalogado esencial por los mismos que ahora los menosprecian con el olvido. Desde el principio de la pandemia, cuando la mayoría de la ciudadanía se confinó en sus domicilios, cuando todo lo relacionado con la covid era una incógnita, cuando crecían exponencialmente los contagios y los fallecimientos, los profesionales de Servicios Sociales, como personal esencial, continuaron en sus puestos de trabajo.

    Acudieron a domicilios para atender a familias en riesgo, atendiendo las necesidades vitales de las familias más desfavorecidas de esta ciudad cuya situación se agravó con la crisis sanitaria. Este personal estuvo en primera línea, sirviendo con orgullo a la ciudadanía, por vocación profesional, al igual que otros y otras profesionales que tenemos en mente, personal sanitario, policías, personal de cementerios y servicios funerarios.

    La estrategia de vacunación del Ministerio de Sanidad derivaba su gestión a las autonomías. Y en la misma se estableció que el personal sociosanitario, entre el que se enmarcaba los y las profesionales de los servicios sociales, se encuadraba en el grupo 3, que debía empezar a vacunarse a partir de la segunda quincena de febrero.

    Según la información recabada, por aquellas fechas se administró la primera dosis de una vacuna al personal de servicios sociales de Santa Pola, Alicante, Crevillent, y así la mayoría de poblaciones. De Elche a nadie. Desde esta sección sindical se reivindicó a través de la Concejalía de Derechos Sociales la celeridad en la vacunación durante los meses de marzo y abril. Nos consta que se hicieron innumerables gestiones, todas infructuosas. La respuesta desde la Dirección General de la Conselleria fue siempre la excusa debida a las medidas adoptadas a mediados de marzo con la vacuna de Astrazeneca, que implicaron la paralización de la vacunación de este colectivo. Cuestión que nos sorprende porque desde mediados de febrero a mediados de marzo se vacunó al resto de colectivo esencial de otros municipios y se discriminó a las trabajadoras y trabajadores del Ayuntamiento de Elche.

    El pasado 6 de mayo la Conselleria de Sanidad comunicó al Ayuntamiento de Elche que a partir del 17 de mayo comenzaría a vacunar a su personal de Servicios Sociales. A día de hoy no han llamado a nadie por el orden de prioridad como colectivo esencial y parte del personal está comenzando a ser vacunado por pertenencia a grupo de edad.

    Se evidencia una vez más la falta de respeto y menosprecio de nuestros y nuestras responsables públicos hacia un colectivo de personas que, primero declara esenciales para atender a personas dependientes, a personas sin hogar, a víctimas de violencia de género, a familias con necesidades vitales básicas sin cubrir, pero que posteriormente ignora y discrimina, como si no pintaran nada.

    Ya no solo esperamos que se inicie el proceso de vacunación de estas 150 personas de los Servicios Sociales municipales. Exigimos una explicación pública de la Conselleria de Sanidad o del alcalde de Elche a todo el colectivo, que justifique el olvido con el que se les ha tratado. Éste, como otros tantos colectivos de trabajadoras y trabajadores esenciales necesitan de sus autoridades públicas menos aplausos y más respaldo y protección.