Comisiones Obreras del País Valenciano | 8 mayo 2024.

IX marcha en Valencia por el cierre de los CIE

    Este domingo 18 de diciembre, Día Internacional por los Derechos de las Personas Migrantes, CCOO PV llama a secundar la IX Marcha por el cierre de los CIE, convocada desde la red de organizaciones y entidades de solidaridad con las personas migrantes de Valencia.

    12/12/2016.
    Cartel de la convocatoria

    Cartel de la convocatoria

    La marcha partirá a las 12h desde la Plaza del Ayuntamiento de Valencia y recorrerá las calles del centro de la ciudad hasta la puerta del Centro de Internamiento de Extranjeros de Zapadores. Ante la puerta azul del CIE de Valencia, las personas migrantes, asociaciones, organizaciones y colectivos movilizados denunciaran:

    Que las migraciones forzadas y el exilio son consecuencia de un orden social y político injusto y globalizado al servicio de la lógica capitalista, basado en la explotación y el sometimiento de los pueblos, que perpetúa el expolio y saqueo de los recursos naturales y humanos de nuestros países.

    Que el Estado español es la séptima potencia mundial en la producción y exportación de armamento. Armas que alimentan las guerras que empujan a millones de personas a un desesperado éxodo lejos de los países en los que han nacido.

    Que las políticas migratorias europeas y españolas han forjado un entramado represivo sobre las personas extranjeras a las que se nos criminaliza con el fin de precarizar nuestra situación favoreciendo intereses económicos y políticos locales.

    Que los CIE son cárceles racistas construidas exclusivamente para personas extranjeras que no han cometido delito alguno. Y que en estos espacios se viola un derecho fundamental al quedar privadas de libertad las personas encarceladas, a quienes se somete a unas condiciones indignas y vejatorias de reclusión que explican y justifican los motines y fugas que recientemente se han sucedido en los distintos CIEs de la península.

    Que las sangrientas cuchillas de las vallas de Ceuta y Melilla ejemplifican una criminal militarización de las fronteras que provoca la muerte de miles de personas que se dejan la vida intentando alcanzar suelo europeo, convirtiendo el Mar Mediterráneo en una descomunal fosa común, con más de 25.000 muertes en los últimos quince años.

    Que esta gestión de las fronteras potencia también el tráfico y la trata de seres humanos, condenando a la esclavitud a millones de niñas y mujeres que son prostituidas tanto en territorio europeo como en los países de tránsito.

    Y que, a pesar de las condenas por Naciones Unidas, los países de la Unión Europea siguen practicando identificaciones y redadas policiales racistas. Prácticas que intoxican nuestra sociedad, promueven actitudes intolerantes y fomentan el auge de expresiones políticas excluyentes de corte fascista. Trump, Le Pen o Amanecer Dorado no son accidentes circunstanciales, son el producto directo de la xenofobia y el racismo institucional impuesto en nuestras sociedades.

    Por todo ello, las organizaciones de solidaridad y defensa de los derechos de las personas migrantes exigimos:

    El estricto cumplimiento de la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyo artículo 13 proclama explícitamente el derecho a la libre circulación de las personas.

    Habilitar vías legales y seguras que permitan a las personas refugiadas acceder a territorio europeo sin arriesgar sus vidas, procediendo a su urgente reubicación y reasentamiento.

    La anulación inmediata de los acuerdos entre la Unión Europea y Turquía, y facilitar el ejercicio del derecho de asilo en el exterior, a través de embajadas y consulados.

    La derogación de la Directiva Europea de Retorno, de la Ley de Extranjería y de todos los instrumentos jurídicos que impiden o dificultan el legítimo derecho a migrar y el derecho a encontrar refugio en un territorio seguro.

    El cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de trata, protegiendo a las víctimas y desarticulando los entramados que la posibilitan.

    La derogación de la Ley Mordaza con la que se legalizaron las inconstitucionales devoluciones en caliente llevadas a cabo por la Guardia Civil en las fronteras de Ceuta y Melilla.

    El cierre incondicional de todos los CIEs y el fin de los macabros vuelos de deportación. Y su inmediata sustitución por eficaces dispositivos de acogida que garanticen una inclusión digna de las personas migrantes.

    El cese de las redadas racistas y de la estigmatización de las personas extranjeras, burdamente presentadas como chivo expiatorio de una dura realidad socioeconómica, cuyo auténtico origen obedece a los crecientes privilegios de los sectores más acomodados, y no a la presencia de personas migrantes.

    La eliminación de los impedimentos administrativos que actúan a modo de fronteras internas que dificultan el ejercicio de derechos básicos como la atención sanitaria, la educación o el acceso a la vivienda.

    Permitir a todas las mujeres y las niñas -sea cual fuere su condición de documentadas o indocumentadas- tener acceso a los servicios y la protección, ampliando las oportunidades de las mujeres y las niñas en los países de origen.- Elaborar políticas y programas que protejan los derechos humanos y laborales de las trabajadoras domésticas migrantes.

    Políticas migratorias que eliminan las causas que producen el desplazamiento forzado de millones de personas, reconvirtiendo el presupuesto de la seguridad de las fronteras en programas de cooperación al desarrollo

    Facilitar la reagrupación Familiar y garantizar el ejercicio de los derechos políticos, comenzando por el pleno derecho al voto.El cese inmediato de la persecución a quienes simplemente tratamos de buscarnos la vida, con actividades como la venta ambulante (manteros) o aparcando coches.

    Exigimos, finalmente, al Estado Español que firme y ratifique la Convención Internacional para los Derechos de los Trabajadores Migrantes y sus Familias. Exigimos el derecho a un empleo digno y el fin de los contratos basura que nos someten a condiciones de esclavitud. Exigimos el derecho al subsidio por desempleo de las trabajadoras de hogar, así como la negociación colectiva.

    En definitiva, exigimos nuestro derecho a vivir en igualdad, no siendo víctimas de la xenofobia y el racismo institucional.

    Las entidades convocantes se comprometen a seguir tejiendo redes de solidaridad que sostengan la lucha por estos derechos fundamentales.