Comisiones Obreras del País Valenciano | 23 abril 2024.

Pensionistes de CCOO PV entrevista a la doctora Dolores Nauffal

    La Federació de Pensionistes de CCOO PV entrevista a la doctora Dolores Nauffal respecto a la coordinación sanitaria en la Comunidad Valenciana ante la COVID, la gestión en los Centros Especializados en Atención a los Mayores y Residencias para Mayores; el impacto en la salud mental de población; el estrés del personal sanitario; la situación de las personas mayores; los bulos infundados y la eficacia de las vacunas.

    16/03/2021.

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    Doctora Dolores Nauffal

    Gestión sanitaria de la pandemia en la Comunidad Valenciana

    Durante el mando único central de la primera ola, el Ministerio de Sanidad mandaba las instrucciones a la Conselleria de Sanidad, desde dónde las trasmitían a los hospitales y a los centros de salud de la Comunidad Valenciana. Debido al escaso conocimiento inicial que se tenía sobre la evolución de la pandemia y a la avalancha de pacientes, se produjo un colapso sanitario por falta de recursos humanos y materiales y hubo de ser suspendida toda actividad médica no relacionada con la COVID.

    Desde el momento en que se transfirió el mando a las Comunidades Autónomas, la Conselleria contacta con los directores de los 24 departamentos sanitarios, que se encargan de la transmisión de instrucciones a los distintos hospitales y centros de salud de su respectivo departamento sanitario. El método usual de contacto entre ellos, es la videoconferencia, con una frecuencia variable según las necesidades y requerimientos de cada departamento y/o por medio de un documento actualizado diariamente vía on line interna (intranet)-

    En los centros de salud, el personal médico de Atención Primaria realiza el 90% de su trabajo vía telefónica, evitando la asistencia presencial para prevenir contagios por el SARS COV2. La mayor parte de los enfermos
    atendidos son los afectados por COVID, lo que supone una importante merma en la atención médica
    por otras enfermedades.

    Durante la actual ola, se realiza una media de 50 PCR/día en los centros de salud, y una vez diagnosticados los pacientes de COVID, se remiten a su domicilio cuando son casos leves o asintomáticos -la mayoría- para guardar cuarentena y hacer seguimiento telefónico, o bien, si presentan algún signo de gravedad, son remitidos al hospital correspondiente en una ambulancia preparada para el COVID. Según el estado que presenta el enfermo en Urgencias, es derivado a una sala específica para estos pacientes -que están separados del resto en todos los depatrtamentos- o a la Unidad de Cuidados Intensivos.

    La Dirección de cada hospital trabaja con todos los servicios hospitalarios pero especialmente con Urgencias, Neumología, Medicina Interna, UCI y Reanimación, habilitando las camas necesarias para pacientes COVID y requiriendo la ayuda de otros especialistas para trabajar con los ya nombrados. Incluso en esta tercera ola se ha requerido puntualmente la colaboración de algunos centros médicos privados.

    La situación en esta tercera ola ha mejorado con respecto a la primera, pues ya no habido falta de medios materiales, se ha contratado personal sanitario de todas las categorías: medicina, enfermería, auxiliar y técnico en los centros con mayores necesidades y en la actualidad se están reanudado paulatinamente las consultas habituales, aunque todavía de forma no presencial en la mayoría de casos.

     

    Centros Especializados en Atención a los Mayores (CEAMS) y Residencias para Mayores (RM)

    Durante la primera ola, se cerraron los 34 CEAMS de la CV, centros a los que los mayores acuden para realizar actividades físicas y de ocio. Transcurrido el confinamiento inicial, y bajo las instrucciones de las Consellerias de Sanidad y la de Igualdad y Políticas Inclusivas remitidas a la Dirección de cada centro, se han reanudado parcialmente sus actividades siguiendo un protocolo estricto de prevención de la COVID, siempre con cita previa, reducción del aforo y ausencia de actividades en grupo. No dispongo de datos de incidencia específica de la COVID en los CEAMS, pero sabemos que se ha empezado a vacunar en ello durante el mes de febrero.

    Respecto a las RM, con el desbarajuste inicial debido a la carencia de recursos humanos y materiales especialmente en los centros privados, se optó por la prohibición de salida a las residentes y de las visitas de sus familiares, además del aislamiento de las personas enfermas de COVID. En la  actualidad, las Consellerias de Sanidad e Igualdad controlan 65 RM de las 328 existentes, que están ya dotadas del material necesario. Durante la pandemia se han contagiado en ellas 5.000 personas, de las que 3.524 son residentes y el resto personas trabajadoras, habiendo fallecido hasta el 15 de febrero 1.400 pacientes.

    Estos fallecimientos han supuesto una doble pena para los familiares, que en muchas ocasiones no han podido tener contacto ni despedirse de ellos. No sabemos si los sentimientos de soledad y abandono de los residentes pudieron contribuir a su muerte. El dato positivo es que en la actualidad se ha vacunado a la mayoría de residentes y lo más importante: ha caído un 49% el porcentaje de nuevos casos en las RM tras la vacunación.


    ¿Está el personal sanitario en situación de estrés?

    A fecha de 15 de febrero, alrededor de 7.500 sanitarios de todas las categorías se habían contagiado en nuestra Comunidad, es decir un 11% del personal sanitario de la red pública estaba de baja por la COVID, sin contar las bajas recomendadas de personal con enfermedades previas o embarazadas.

    El personal s sanitario ha estado y está todavía en situación de estrés: hay que tener en cuenta, que además del agotamiento por el excesivo trabajo, el personal que está en contacto diario con los pacientes, queda traumatizado por el fallecimiento de las personas enfermas por las que han luchado con ahínco.

    ¿Cómo ha afectado la pandemia la salud mental?

    No disponemos de estudios todavía pero parece que el confinamiento estricto los dos primeros meses no fue tan negativo psicológicamente, como lo ha sido la prolongación posterior del distanciamiento social, el miedo al contagio, no poder abrazar a familiares ni amigos y no poder viajar ni asistir a espectáculos, en resumen no llevar una vida normal.

    A ello se le añade los problemas económicos aparecidos en muchas familias por pérdida del trabajo de más de uno de sus miembros. La OMS estima que una de cada cinco personas afectadas por la crisis -no sólo las
    personas que han enfermado-, va a padecer un problema mental. Una reciente encuesta de la organización científica Mental Health Research de Canadá, ha mostrado un importante incremento en las tasas de ansiedad y depresión de la población general, y en especial del personal sanitario, de las personas mayores y las que tienen enfermedades mentales previas.

    A ello se suma el aumento de la violencia de género durante la pandemia, de tal forma que en enero de este año ha habido un 65% más de detenciones por este motivo que en meses anteriores, el paro se ha visto incrementado, especialmente en las mujeres y así mismo ha crecido la desigualdad salarial, contribuyendo todo ello a la aparición de los problemas psicológicos mencionados.

    Sin disponer de cifras oficiales, parece que las consultas de psicología y psiquiatría están aumentando; nos consta la confirmación de dicho incremento, hasta un 75%, de consultas psicológicas on line.

    ¿Cómo han sobrellevado los mayores la pandemia?

    Hay que tener en cuenta en primer lugar que más de medio millón de personas mayores de 65 años viven solas en la CV. Una encuesta realizada por la Asociación Amigos de los Mayores sobre los sentimientos de soledad, discriminación y miedo experimentados en este grupo etario, en el último año, ha reflejado lo siguiente:


    1) El 41% de las personas mayores de 65 años se han sentido solas y ello se relaciona con no poder salir como antes, vivir en un piso de pequeño tamaño y no ver gente pasar por la calle, lo que les conduce a estados de depresión, tristeza, sensación de abandono y hastío, incluso de estar dejando de vivir.

    2) El 53% se han sentido discriminadas por: la menor atención médica a enfermos sin COVID, por la muerte en  soledad de muchas personas mayores y con el sentimiento de invisibilidad y olvido por parte de las diversas administraciones.

    3) Alrededor del 52% refiere sensación de miedo - que antes no tenía- a salir a la calle y contagiarse, al comportamiento ajeno y lógicamente a la muerte.

    Esta Asociación ejerce una acción de voluntariado muy importante con los mayores, haciéndoles la compra, acompañándoles a visitas médicas, pasear o simplemente hablar.

    ¿Cuáles son los bulos más frecuentes sobre la COVID?

    Han circulado muchos bulos por las redes sociales relacionados especialmente con las mascarillas, el confinamiento, con fármacos curativos de la COVID y con las vacunas. Es falso que el uso de mascarillas conlleve un aumento del anhídrido carbónico (CO2), ya que éste se elimina normalmente en cada ciclo respiratorio en cualquier persona sana e incluso en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, no se constata este efecto de las mascarillas.

    En relación al confinamiento, es cierto que puede parecer “antiguo” ya que se dicta desde la Edad Media, pero es el único método eficaz para reducir los contagios; como ejemplo están países, de los que por lo habitual no se habla positivamente en los medios de comunicación, como Corea del Norte, Vietnam o China, en los que el duro confinamiento ha conseguido la normalización de la vida actualmente en China y un control prácticamente total de la pandemia en los otros dos.

    Carecemos, hoy por hoy, de productos milagrosos que curen la COVID y es necesario decirlo para evitar que las personas compren productos "milagrosos" anunciados por Internet. La esperanza científica radica en que se están realizando estudios con diversos fármacos en muchos hospitales, al parecer con buenos resultados, pero sin ser éstos todavía concluyentes.

    Las vacunas no producen autismo, es una teoría inventada por los antivacunas, por supuesto tienen efectos
    adversos ya que el riesgo cero no existe, pero en su mayoría son efectos leves como dolor local en
    el sitio de la inyección, cefaleas o dolor de articulaciones durante 24-48 horas.

    Eficacia de las vacunas

    La eficacia de las vacunas de Moderna y Pfizer, las más utilizadas en la CV, sobrepasa el 90% en ambos casos tras la segunda dosis y alrededor del 60% la de Astra Zeneca. En Israel, el país donde se ha vacunado a más población, los científicos han constatado una drástica disminución de contagios y de fallecimientos, hasta un 70% tras la vacunación. Existen más vacunas eficaces disponibles como la Sputnik rusa o la Sinopharm china y se pueden emplear con seguridad.

    Es conveniente disponer del mayor número posible de ellas, porque es esencial que la vacuna llegue a todos los países de los cinco continentes, de lo contrario no se podrá controlar ni mucho menos erradicar la pandemia. La vacunación no es obligatoria -excepto en Galicia- pero es recomendable su administración masiva a la población por el mismo motivo. Las personas que han pasado la enfermedad quedan inmunizadas pero podrían ser también vacunadas posteriormente.

    Las perdsonas que están bajo tratamiento inmunosupresor deben ser previamente evaluadas por sus médicos/as antes. Hay que remarcar que estar vacunada no exime de seguir las normas de distanciamiento
    social pues, aún vacunada, una persona se puede contagiar- sin presentar síntomas- y transmitir la enfermedad.

    Como recomendación general, hay que tener precaución -no miedo-, seguir las normas de distanciamiento social e higiene y suplir las actividades anteriores por caminar al menos 30 minutos diarios y emplear el tiempo libre en casa en lectura, visión de películas y documentales, realización de crucigramas, visitas on line de museos, videoconferencias con familiares y amigas, etc… en resumen tener la mente activa.

    Para terminar, dos hechos:

    1) en esta tercera ola han fallecido más de 3.000 personas por COVID en la CV, más que en la suma de las dos primeras, aunque afortunadamente los índices de contagio, hospitalización y mortalidad están ya descendiendo

    2) la gravedad de esta  tercera ola se debe no sólo a la aparición de diversas variantes del SARS COV2, sino también, y especialmente, a la relajación de las medidas de distanciamiento social en las Navidades.

    "Pido por favor a las autoridades sanitarias que no intenten salvar la Semana Santa, una cuarta ola de
    COVID podrías tener consecuencias imprevisibles para la salud pública y hagan el favor de cobrar las multas que se imponen a usuarios y locales de fiestas ilegales, porque al no hacerlo, se siguen celebrando de forma impune por parte de personas incívicas e insolidarias". Doctora Dolores Nauffal