Tiempos para la conciliación corresponsable.
Con motivo del Día Nacional de la Conciliación de la vida personal, familiar y laboral y de la corresponsabilidad en la asunción de responsabilidades familiares, que se celebró ayer 23 de Marzo, y en seguimiento del impacto de género de la crisis del COVID-19, CCOO teme el impacto en el empleo de las mujeres "ante la falta de servicios y medidas de conciliación y del agravado déficit en corresponsabilidad", tal y como señala la secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO, Elena Blasco.
EL GOBIERNO aprobó en 2018, en Consejo de Ministros, establecer el 23 de Marzo como Día Nacional de la Conciliación de la vida personal, familiar y laboral y de la corresponsabilidad en la asunción de responsabilidades familiares, con la finalidad de concienciar al conjunto de la sociedad de la importancia que tiene la conciliación y la corresponsabilidad para la calidad de vida de todas las personas, e implicar a familias, personas trabajadoras, Administraciones Públicas, empresas y agentes sociales en la adopción de medidas que permitan avanzar para cumplir este objetivo.
El Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19 dedica su artículo 6 a los derechos de adaptación del horario y reducción de jornada que acrediten deberes de cuidado de familiares, consecuencia de la afectación por coronavirus o del cierre de centros educativos o de otra naturaleza, como medida derivada de la crisis sanitaria: “El derecho previsto en este artículo es un derecho individual de cada uno de los progenitores o cuidadores, que debe tener como presupuesto el reparto corresponsable de las obligaciones de cuidado y la evitación de la perpetuación de roles, debiendo ser justificado, razonable y proporcionado en relación con la situación de la empresa…”.
Este objetivo de reparto corresponsable de las obligaciones de cuidado a que hace referencia del RD de 17 de marzo se ve comprometido, en su efectividad. Como señala Elena Blasco: “Resulta claramente insuficiente una medida que establece la posibilidad de una reducción de jornada de hasta el 100%, lo que conlleva una reducción salarial también del 100%, sin prever ninguna prestación económica compensatoria. ¿Cómo podrían adscribirse a esta medida las familias monoparentales, en su mayoría monomarentales, por ejemplo? Estamos hablando de 1,5 millones de hogares encabezados por una madre, de los que 1 de cada 2 están en riesgo de pobreza. ¿O las trabajadoras del hogar? ¿O las desempleadas sin prestación? Tratemos de no dejar a nadie atrás. Tampoco se observa ninguna medida que avance en la corresponsabilidad de las Administraciones Públicas, las empresas o los hombres”.
A este respecto, cabe recordar que según datos del INE (Encuesta Continua de Hogares. Año 2018, últimos datos publicados), los hogares monoparentales (formados por uno solo de los progenitores con hijos/hijas), estaban mayoritariamente integrados en 2018 por madre con hijos e hijas. En concreto había 1.538.200 (el 82% del total), frente a 340.300 de padre con hijos e hijas.
Como sabemos, el desigual uso y gestión del tiempo entre mujeres y hombres expresa los roles asignados desde una cultura patriarcal y tiene un impacto perjudicial sobre el empleo y condiciones de trabajo de las mujeres, una penalización laboral que se concreta en menores posibilidades de promoción y ascenso profesional. Porque partimos de una realidad muy desfavorable para las mujeres. Esta obligación de cuidados y su interferencia en el mundo laboral es una barrera derivada de la división sexual del trabajo que se manifiesta de manera principal en las mujeres inactivas. Según la EPA 4ºT 2019: hay 2,6 millones de mujeres inactivas más que hombres. Como clase de inactividad, 1 de cada 3 mujeres señala “labores del hogar” (3.213,4 mil, el 37%) en una proporción que multiplica por 10 a los hombres. Aducen “cuidados (menores, personas enfermas…)” en una proporción 20 veces mayor que los hombres. Y por “Otras obligaciones familiares”, en una proporción 14 veces mayor que los hombres.
Desde CCOO se demanda que la crisis del COVID-19 no agrave la carga de cuidados de las mujeres ni dilate los compromisos del Pacto de Gobierno en materia de conciliación y corresponsabilidad, que recordamos: plena equiparación de permisos iguales, intransferibles y remunerados en paternidad/maternidad; fomento de la paternidad corresponsable; pacto social y político por la racionalización de los horarios; ley de usos del tiempo y racionalización de los horarios; universalización del acceso a la Educación Infantil 0-3 años a través de la red pública en condiciones de equidad.
Durante este período de excepcionalidad, el Estado debe asumir su papel en la corresponsabilidad, atendiendo a las necesidades de los sectores más desfavorecidos, para no dejar a nadie atrás ni agrandar las desigualdades sociales y de género, sino, al contrario, tratar de reducirlas. Por eso, la Secretaria confederal de Mujeres e Igualdad de CCOO, Elena Blasco, demanda: “Es un período de excepcionalidad que requiere medidas excepcionales también en materia de corresponsabilidad y conciliación, y la prestación económica compensatoria por motivos de cuidado corresponsable, es una necesidad social que debe contemplarse, a la vez que el enfoque debe ser desde la conciliación corresponsable de todos y todas. Que no recaiga solo en las mujeres”.