Comisiones Obreras del País Valenciano | 19 abril 2024.

La estacionalidad turística marca el inicio de la temporada alta en precaridad

    Nada nuevo trae el mes de marzo: empleo coyuntural, volátil y precario marcado, además, por la economía sumergida. La estacionalidad y la garrafal reforma laboral influyen en el mercado laboral más que todas las denominadas "políticas activas de empleo".

    03/04/2018.
    Manifestación Alicante

    Manifestación Alicante

    La evolución de los mercados productivo y laboral de Alicante sigue marcada por su previsibilidad. Como cada año por estas fechas, se reduce el desempleo y aumenta considerablemente la afiliación a la Seguridad Social. Además, en cifras similares. La coincidencia de la Semana Santa, y el periodo vacacional ligado a ella, en marzo, han producido el típico y estacional repunte del empleo. Nada nuevo. Como siempre, es un empleo precario y de una duración ligada a la duración de la campaña turística. Estacionalidad, precariedad, predominio del sector turístico… el “deja vu” de cada marzo. El gobierno sigue sin asumir que sus políticas económicas y de empleo apenas tienen impacto en la economía real, de la clase trabajadora, y no lo tienen en absoluto en el empleo. De todas formas, el respiro para el empleo de la campaña turística arroja un saldo de 4.840 personas menos en desempleo, 9.856 personas más en la media de la afiliación a la Seguridad Social; aún así, seguimos arrastrando desde el año 2007 una pérdida de 67.770 puestos de trabajo.

    Alicante es la provincia del País Valencià con una mayor reducción del paro registrado, lo que muestra la fuerza (dependencia) del sector turístico en este territorio y la necesaria transformación del modelo provincial dando paso a empleo de mayor calidad y en otros sectores, especialmente en la energía sostenible, la industria y las nuevas tecnologías.

    Todos los sectores productivos recortan su desempleo, aunque destaca, con mucho, el sector servicios. A este corresponde el 94’4% de la bajada del paro en los sectores (sin contar el colectivo “sin empleo anterior”), lo que le supone bajar de las cien mil personas inscritas como demandantes de empleo en esa actividad. De todas formas, al ser un empleo que depende de la campaña turística se trata de un empleo coyuntural y volátil, de poca calidad, en un sector con fuerte implantación de la economía sumergida y de la precariedad laboral. Esta situación hace que lo que podría ser una buena noticia, el aumento del empleo, se quede en un respiro temporal para algunas personas y familias. Por otro lado, hay que señalar el aumento del paro en el colectivo “sin empleo anterior” que indica que, como cada año, cuando empieza la temporada turística, hay personas que recuperan su búsqueda de empleo.

    La contratación sigue siendo de poca calidad, apenas el 12’6% son contratos indefinidos y, con el dato de marzo del año pasado que la parcialidad rondó el 44’3% del total de contratación, es previsible que los contratos a tiempo parcial supongan una cantidad similar. No es sostenible un mercado laboral en el que la temporalidad ronda el 90% y la parcialidad está demasiado cerca del 50%. Especialmente grave en esta situación es su proyección a largo plazo ya que supone disminución de cotizaciones y, en consecuencia, de prestaciones y pensiones.

    En relación a las prestaciones, con los datos de febrero, se registra una reducción de las personas beneficiarias de prestación y una reducción de la cuantía media de la prestación contributiva. Son datos que se corresponden con un mes en el que se redujo ligeramente el paro registrado. De todas formas, sigue siendo preocupante que las personas protegidas por una prestación o subsidio por desempleo no lleguen ni a la mitad de las personas demandantes, que la cuantía media de la prestación contributiva apenas esté algo por encima del SMI, y lo que es peor, la mayoría de personas beneficiarias, que reciben algún tipo de subsidio, ni siquiera superan el umbral de la pobreza. A un mercado laboral insostenible hay que sumar la desprotección de quienes están sin trabajo. No es esta una situación compatible con la salida a la crisis.

    El empleo se recupera a una velocidad muy lenta y en unas condiciones tan precarias que no permiten considerar a esta situación “salida de la crisis” sino, más bien, cambio del modelo de empleo. No salimos de la crisis, transforman el empleo para sostener sobre él la recuperación de los beneficios empresariales, imponen un aumento de la desigualdad, la pobreza y la injusticia recortando el valor trabajo. El empobrecimiento se está llevando hasta al sistema público de pensiones, de ahí que sea una labor colectiva defender el empleo digno y la calidad de las pensiones. Para seguir la reivindicación de la defensa de las pensiones este sindicato, junto a la UGT, ha organizado una asamblea abierta el próximo viernes, 6 de abril a las 18 h en la sede de la UGT para explicar que el sistema público de pensiones es sostenible; así como una manifestación el día 15 de abril que saldrá a las 12 h de las escaleras del IES Jorge Juan.